JUICIOS TRAS BASTIDORES

Bueno, me ha gustado mucho las series de televisión norteamericana que tienen que ver con casos inconclusos que no llegan a corte, o aquellos programas que determinan cientificamente como un delito fue cometido, y finalmente los que muchos acusiosos investigadores se abocan a documentar los hechos insolitos existentes dentro de un expediente criminal y razones que llevaron a un veredicto bueno o malo.  Sin embargo, falta el modelo que es más interesante, lo que no se comenta y no se dice y luego se rodea de un halo de misticismo o secretismo que los convierte en atención para el público entero, tal fue el caso tan conocido en Estados Unidos de la conspiración de la muerte de John F. Kennedy.

   En Costa Rica, no se escapa este tipo de fenomeno, donde por conveniencia se oculta o se disminuye el impacto de una mala decisión judicial y los perjuicios ocasionados a los que fueron hallados culpables. Recordemos que un Juez es un ser humano ante todo y es fácil que pueda errar, pero más dificil es pensar que esa Autoridad actua obedeciendo directrices de altos mandos, violentando así el seudo llamado principio de autonomía e independencia del juez.  Casos como el del señor José León Sánchez, que siendo un puberto fue involucrado en el robo de la corona y joyas de la virgen de la basilica de Cartago, y por el cual fue condenado y llevado a prisión a la Isla de San Lucas y finalmente en la penitenciaría general hasta su liberación.  Ese episodio le permitió escrtibir una de las obras más interesantes de un presidiario, LA ISLA DE LOS HOMBRES SOLOS.  Éste hombre lleno de canas logró decadas después que la Sala Tercera lo absolviera de la culpa pero no de la sanción impuesta injustamente por un tribunal inquisidor que buscaba saciar la sed de sangre de un pueblo religioso y de una policía investigadora deficiente que entregó a jovenes que no sabían leer ni escribir para así cumplir con sus "obligaciones" y acallar a la muchedumbre que pedían a gritos a los culpables.

   En nuestras memorias tenemos tambien el asesinato de un increible atleta, futuro de las olimpiadas costarricenses, en la rama de las artes marciales, Eddy Cortes, quien encontrándose con sus amigos en el Club Social de San José, fue últimado a balasos por un individuo que fue humillado por el reconocido deportista momentos antes.  El pecado de Eddy Cortes, fue defender a una humilde salonera de este degenerado, y al querer versela de tú a tú, fue obvia la ventaja del joven Cortes, y tal revocalda en el suelo, lo que impulsó al agresor a regresar minutos después que un arma de fuego y cobardemente disparar a quemarropa a espaldas del muchacho.  El gimnasio de San José, en la Sabana, lleva su nombre, pero ya nadie lo recuerda.

  Finalmente esta el crimen de una pareja de enamorados en Cinco Esquinas de Tibas, donde un sujeto de más de cuarenta años, atraido hacia la belleza de la muchacha, los siguió hasta un río, donde ya la pareja comenzaba a desvestirse para pasar un rato de amor, y fueron brutalmente asesinados por este desconocido.  La policía de la época detuvieron a varios jovenes, quienes fueron acusados injustamente y condenados a prisión, entre ellos a un nicaraguense, quien muchos años después ya envejecido buscó justicia tardía en la Sala Tercera y por la tardanza de la misma falleció sin poder mirar una sentencia que le hacía una justicia al encontrarse que la investigación violentaron los más mínimos derechos humanos elementales.  Un periodista y escritor reprodujo este episodio en su libro EL CRIMEN DE COLIMA. 

    No hace falta esperar que se escriba un libro o se documente la existencia de estos yerros judiciales ni tampoco considerar que estos pertenecen a una epoca pasada, en la que es díficil creer que hoy en día es imposible que los mismos se presenten.  No hay mayor cosa errada que pensar en esa forma cuando lo cierto es que hoy en día y a cada momento, en cada pedazo de la Costa Rica del 2010, se esta cometiendo una injusticia y un horror por no decir error judicial en contra de una o varias personas, porque aún la presión de la opinión pública, un organismo de investigación judicial atado de manos, y una fiscalía que junto a los jueces buscan aumentar estadisticas de condenas, elevan cifras incalculables de casos que rayan de violaciones de procedimientos y de leyes, que conllevan a constantes apelaciones y revisiones de las mismas.  Por ello para muestra un botón, en los siguientes capitulos tocaremos los casos más sonados, pero cuyos detalles tras bastidores son importantes recorrer para el futuro de Costa Rica. No se pierda la siguiente entrega.