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SE PIERDE LA OBJETIVIDAD FISCAL

   En el año 2006, la estudiante de derecho Olga Valverde Umaña, denuncia falsamente a su esposo por el delito de robo agravado, ocultando que la casa en la que sucedió el robo era la alquilada por su esposo y que ella se introdujo en forma ilegitima en esa vivienda cambiando las cadenas y candados.

   Una vez habitando de mala fe la casa de habitación, planteó la denuncia penal y una solicitud de medidas de protección por violencia doméstica todo contra su marido, quien en el mes de Enero del 2006, él había optado por separarse de cuerpo de la estudiante de derecho Valverde Umaña, quien no soportó que la dejaran sola en la casa de San Rafael de Heredia, último domicilio conyugal y ella se fue a perseguir a su marido y al hijo de ambos, quien también había preferido quedarse con su padre. La señora Valverde Umaña, días después busca a su marido en San Roque de Barva, donde él con todos los enseres comprados por él, se había ido a residir. Enseres y electrodomésticos que luego fueron robados por la señora Valverde Umaña, el 9 de marzo del 2006 en su mayoría, y lo que faltaba lo busco a través de la denuncia falsa de robo.

  Ante la negativa del señor para no regresar con la señora Valverde Umaña, la venganza fue solicitar medidas de protección inventando agresión doméstica, pero omitiendo que ellos ya no estaban juntos, que ella podía irse a la casa de su familia en Betania, Sabanillas de Montes de Oca, pero al parecer sus asesores, la empujaron a acosar a su marido y su hijo, a quien no le importó luego dejarlo sin acceso a sus uniformes y útiles porque ingresaba a estudiar en el Colegio Claretiano, de Mercedes Norte de Heredia, en su primer año lectivo de secundaria.


   La estudiante de derecho Valverde Umaña, fue al OIJ e inventó un delito para lograr que se realizaran investigaciones, ocultando que era una poseedora de mala fe de la vivienda de San Roque de Barva. Su esposo y su hijo para evitar problemas se fueron a residir temporalmente en la casa de la madre de él, en Santa Barbara de Heredia, pues tenía todo el fundamento que la señora Valverde Umaña, podría inventar cualquier otra cosa que podría perjudicar la privacidad e intimidad del marido. Y era justificado porque posteriormente aparece la denuncia por robo. Una fiscalía de Heredia, que solicitó allanamiento y que secuestro bienes del marido para entregar en deposito judicial provisional a la estudiante de derecho Valverde Umaña.

   La denunciante no demostró ser dueña de ninguno de los bienes que acusó fueron objetos del robo. Si lo hizo el marido quien llegó con las facturas, con el contrato de arrendamiento de la vivienda, pero la fiscalía en lugar de solicitar la desestimación, el sobreseimiento o el archivo, mantuvo caprichos amente y sin objetividad la denuncia, rechazando la petición del marido de que les devolvieran más de diez objetos que le fueron entregado a la señora Valverde Umaña.

   En más de dos ocasiones, la petición del marido, existiendo testigos que indicaron que efectivamente la denunciante Valverde Umaña, se introdujo después en la casa, sin tener derecho a ello, porque quien alquila únicamente la casa es el marido. En ese entonces la fiscal encargada del Ministerio Público en Heredia, lo era la hoy Fiscala General, Emilia Navas.   Ocho años transcurrieron, cuando en el 2014, un fiscal realiza un estudio de todas las pruebas y resuelve lo que venía reclamando el marido de la señora Valverde Umaña, que no existía el delito y declara la ATIPICIDAD y solicita la desestimación del proceso penal el cual es confirmado por el Juzgado Penal de Heredia.

   En el año 2017, el marido de la estudiante de derecho Valverde Umaña, solicita la devolución de los bienes, y con la misma pasividad del año 2006, la Fiscalía guarda silencio, y por medio de quejas disciplinarias, en el año 2018, le previenen a la depositaria judicial Valverde Umaña, que entregue al marido los bienes que le fueron entregados indicando ella que no lo hará porque se deshizo de los mismos, sin que hubiera prueba de eso y menos aportar prueba idonea y fidedigna.

    La Fiscalía revictimizando al marido, solicita se archive el caso a favor de la hoy abogada Valverde Umaña, y ex esposa porque en el 2017, el marido contrató lo servicios de un notario público para que los divorciara, pues por muchos años la señora Valverde Umaña, quien presentó proceso de violencia doméstica y denuncia penal por robo, por más de DOCE AÑOS no busco en un Juzgado de Familia, poner fin al vinculo matrimonial con su supuesto agresor e imputado ¿por qué? Tan ofendida se sentía que en realidad emergió sus verdaderas intenciones, dañas el patrimonio de su marido por despecho, porque él decidió abandonarla después de trece años de mal matrimonio con la hoy abogada.

   Increíble para los anales de la justicia costarricense que un Ministerio Público prefiere solicitar se archive el caso porque el denunciante es el ex marido y la delincuente es la ex mujer de él.  Por ello, acepta una justificación de la depositaria que ya no tiene los bienes porque se deshizo de ellos ante el paso del tiempo donde se deterioraron ¿por qué no los presentó deteriorado? ¿Quien la autorizo para deshacerse de los mismos si sabían que ella no era su propietaria sino depositaria provisional? El deposito es una figura solo de cuido y conservación de bienes en forma temporal, con la obligación de devolverlos cuando le fuera solicitado.

   Siendo abogada sabía cuales eran sus obligaciones, pero por increíble no solo la fiscalía sino un Juez Penal, aceptan que no hay delito que perseguir porque no existen los bienes por deterioro del tiempo. Muchos abogados defensores tendrán este antecedente para justificar a sus clientes que siendo depositarios justifiquen que por el tiempo se deterioraron los bienes dados a su cuidado. Ni la Fiscalía ni el Juzgado Penal de Heredia, han demostrado como televisores, equipos de sonidos, escritorio de madera, una cama individual, su colchón, un dvd, equipo de karaoke, etc., por el paso del tiempo se deterioran si se supone que solo deben estar en sus respectivas cajas, en un cuarto lejos del sol y lluvia, como ocurre en las casas de empeño, en museos, en muchas casas de habitación donde hay objetos de más de veinte años y en buenas condiciones. 

   Lo cierto es que las autoridades judiciales han dejado que desear en este caso y en mucho otros, que le resta credibilidad a la opinión pública costarricense, donde está en boga la discriminación, la corrupción y el favoritismo de funcionarios judiciales y sus yerros. Nos preguntamos, ¿sería igual la actuación de la Fiscalía, si el acusado como depositario judicial fuera el ex marido? ¿Le hubiera aceptado la justificación que ahora expone la ex esposa, hoy abogada?

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