MAGISTRADO ABUSADOR Y VIOLADOR EN COSTA RICA

Oscar González Camacho

Seguro a penas leyó este título no dudo en ingresar y leer el contenido, aunque así se tratara de un engaño para ofrecerle los servicios de limpieza de su automóvil o de su hogar.  Pero no, la morbosidad consume al ser humano y por eso los diferentes diarios de circulación nacional, los medios de prensa televisivo y la Internet se convierten en los centros de atención inmediato de la llamada fuente de información.  Así que tranquilo que no es el único en sucumbir a la atracción de las nota rojas.  Así que adelante pase y lea.

    En el año 2012, una Juez Contenciosa Administrativa, de apellido Quiros, nada que ver con los dueños de Purdy Motor, no puede seguir aguantando el constante acoso de un Magistrado de la Sala Primera, y rompe el silencio y lo denuncia ante la Corte Suprema, quien investiga los hechos y a mediados del año 2013, después de varias votaciones, finalmente llegan a un veredicto: Enviar el asunto a la Asamblea Legislativa para que destituyan al compañero de labores.  Si pareciera, una escena bíblica en la que Jesús es presentado ante Pilatos, y éste no decide la suerte de él, y lo envía a Herodes, y finalmente éste lo regresa hasta que ordenan su crucifixión.

Priscilla Quiros

   En la asamblea se conforma una comisión de tres diputados quienes recopilan toda la información necesaria incluyendo escuchar a las partes involucradas y su dictamen lo remiten al hemiciclo, donde finalmente, a finales del mes de Julio del 2014, por votación de mayoría se resuelve revocar el nombramiento del Magistrado Oscar Eduardo González Camacho, quien días previos a la votación, se refugia en el Hospital Psiquiátrico de Pavas, por padecer problemas mentales.

      Mientras tanto el Fiscal General de la República, sigue esperando los acontecimientos sentado en su despacho, en vista de que ya presentaron la respectiva acusación penal ante la Sala Tercera, y por efecto de la destitución, ya el ahora ex Magistrado no le cobija la inmunidad constitucional y puede ser procesado por 16 delitos de violación y una tentativa de violación.  Así que el señor ex Magistrado podrá exclamar 0h! ¿Y ahora quien podrá defenderme?

      El tema en cuestión muy difundido por los distintos medios de prensa, escrito, televisivo, tecnológico, etc., no es que el ex Magistrado haya perdido el trabajo, si no que la base para ser destituido precisamente es una denuncia por acoso laboral y sexual, según los primeros hechos de la denuncia efectuada por la empleada del Poder Judicial. Ella afirmó haber tenido una relación sentimental de vieja data cuando era estudiante y el ahora ex Magistrado profesor de la materia contenciosa administrativa, y que posteriormente ella al finalizar la misma, aquel no quedo conforme y la siguió acosando, lo cual será dilucidado en sede penal, los hechos que según la fiscalía constituyen graves delitos.

        En una entrevista con la señora Juez, ella dejo entrever que no es la única implicada, sino que hay otras victimas que por temor a represalia llegaron a acuerdos extrajudiciales con el ahora ex Magistrado, quien es casado pero en el Registro Civil, no le aparecen hijo alguno, sin embargo, se dice que un par de ellos han presentado un recurso de amparo a su favor para que se suspenda el acto de destitución legislativo.

Antonio Alvarez Desanti, diputado

         Hay una gran confusión en la población entre el hombre y el cargo, como ha sucedido en todos los estratos sociales, políticos, artísticos, etc., pues una cosa es quien es la persona que ostenta un determinado rol y propiamente la investidura que posee.  El rechazo por parte de una mujer, por ser abogado, juez o Magistrado, no le impide como ser humano, evitar una reacción que le impida aceptar el mismo. Tal fue el caso, como hemos visto en otros post, el asesinato de un joven estudiante por parte de un alto funcionario del Poder Judicial, al calor de los tragos y del estimulo de una familiar para disparar. 

         Ahora se oyen tambores de guerra, que provienen de algunos diputados y de la población, que señalan que alguien como un Magistrado, es inconcebible tal conducta, como si pudiéramos esperar una conducta diferente como la del ebrio que quiere llegar a su casa y se resiste a tomar un taxi y se va conduciendo su propio vehículo a pesar que él o ella, son funcionarios de tránsito, sea oficial, juez o un oficinista de la institución del MOPT.

             Ya hemos escuchado dentro de cualquiera de los poderes del Estado costarricense, como magistrados, jueces, diputados, se han visto involucrados en una series de actuaciones que han sido objeto de denuncias y acusaciones de índole administrativo y hasta penal.  Inmediatamente, nos sobrecoge escuchar que el abuso sexual a un niño, provino de un sacerdote. Nos persignamos y elevamos plegarias al cielo.  Más bien lo anormal sería que un sacerdote no sienta deseos al mirar a un joven, o a un niño.  Lo que va más allá no es producto de su rol como misionero o evangelizador, sino como hombre, como ser humano. 

       

           ¿Será cierto que acosaba a la señora Juez? ¿Hay que creer su palabra? Existen testigos en que él insistía en la relación pero que ¿la violaba? Eso quedará para la investigación penal, pero lo que no se puede llegar al punto del escarnio público donde todos juzgador y condenaron.  Es cierto, se dio un proceso administrativo dentro del poder judicial que no guarda dependencia con cualquier posterior proceso penal, porque son ámbitos distintos.  Que se mancha el récord del señor Magistrado, en sus treinta años de servicio, bueno esos son efectos colaterales.  Pero, quienes juzgan a mansalva no está exento de que le pueda ocurrir una situación similar y comprenda el por qué lo que se dilucida ante la opinión pública puede llevar a cualquier mortal al psiquiátrico, por vergüenza más que por locura.

                     Frente a la denuncia penal, el reconocido abogado Juan Diego Castro, quien no pudo ganar el caso de los Romeros,  en aquel icono juicio contra su protegido político, el ex mandatario José María Figueres Olsen, por la publicación del libro EL CASO CHEMISE, donde se acusaba al ex presidente de haber dado muerte a un conocido delincuente en el mundo del narcotrafico de San José de los años setenta, siendo su padre, el fallecido José María Figueres Ferrer, presidente de la república.  Ahora, este abogado se ha convertido en el paladín de la justicia, iniciando una cruzada en contra de todos los violadores y abusadores, algo así como aquel conocido político de los años 70, que llevo a la revista Hustler, ante la Justicia, y que finalmente no logró su cometido y más bien fue acusado por malversación de fondos, y condenado, lo que perjudicó su tan ganada imagen de defensor de la moralidad.  Así que ya sabemos que la querella privada que se presentara ante la Fiscalía, es más otra obra teatral de quien le gusta aparecer en las noticias, después que no logró nada como funcionario público en la administración de su ex cliente, como Ministro de Justicia.

               

    Por un lado, es bueno destacar que los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, no pueden creerse que son personas extraordinarias para evitar una sanción de cualquier índole, y que no están por encima de la ley únicamente porque son los que están en la cúspide del sistema judicial, y por otro lado, se debe acabar el sometimiento de los eventos a la opinión pública para que no se juzgue  a priori, por detalles que se desconocen, ya que la denunciante prefiere esperar que ventilar el asunto en los medios de comunicación masiva.   Detrás de todo esto, hay una gran enseñanza que se puede extraer de los acontecimientos que salen a la luz pública, más temprano que tarde.

      Al final a todos le puede llegar su momento frente a los medios.