Quentin Tarantino, lo vuelve a hacer, con la última de las tan esperadas historias, que sin duda a él le encanta narrar a su mejor estilo, en que vemos un despilfarro de sangre y muertes atroces, aunque en ese tema no supera a Bill Kill. Para honrar los 50 años de uno de los acontecimientos que enlutaron a Hollywood, nos presenta una historia principal, que pasa a ser secundaria, cuando en realidad pretende mostrar a los personajes infames involucrados en la muerte de la actriz Sharon Tate y sus tres amigos.
La trama se desarrolla apuntando a un personaje ficticio, el actor Rick Dalton, (Leonardo Di Caprio) y a su inseparable amigo, el doble de acción Cliff Booth, (Brad Pitt) quien realiza sus hazañas de riesgo. Quentin, nos presenta en forma resumida, los días de gloria del actor como su decadencia , y al igual que la mega producción Titanic, donde se desarrolla la aventura amorosa entre Jack y Rose, aprovechando un suceso épico como lo fue el hundimiento del trasatlántico más maravillosa de su época, es el nuevo film de Tarantino, vemos a un actor Rick Dalton, mientras al mismo tiempo nos va presentando a las chicas de la familia Manson, quienes pululan en Los Ángeles, en una época de sexo y drogas.
Ya se ha escrito mucho sobre esta nueva producción de Tarantino, así que el objetivo no es pretender seguir hablando de lo periférico, pre y post producción, relacionados al film y el séptimo arte sino de abordar aquello que subyace en la historia y que Tarantino, tímidamente, nos presenta en diversos escenarios, sin que se tampoco sea la intención de pretender convertirnos en un blog policial.
Aunque Erase una Vez en Hollywood, le da un giro inesperado a la verdadera historia del asesinato de la actriz, con un Cliff Booth, brindando una paliza de demonios contra los tres nefastos miembros de la Familia Manson, que en lugar de acudir a la casa de la señora Polansky, ingresaron a la casa del actor Dalton, lo cierto, es que para quienes odiaron lo sucedido en 1969, pareciera una reivindicación de sueños, en que los perpetradores no hubieran cometido tan atroz crimen y se llevaran la golpiza del siglo como no las presenta Tarantino.
Se manejaron varias versiones del por qué Manson, ordenó a sus integrantes acudir a Cielo Drive en Beverly Hills, entre las cuales están, que Charles, deseaba desquitarse con un productor musical, quien se había negado en ayudarle para publicar varias canciones compuestas por Manson; otra es que en la casa del director Polanski, se realizaban fiestas escandalosas donde se reunían personajes de la farándula, entre ellos un líder de una secta satánica, que bajo los efectos del alcohol, pudo revelar información sensible que le comprometía, y por ello contrataron los servicios del grupo de Manson, para silenciar a Sharon Tate, quien estuvo presente en esas confidencias.
Pero al igual que algunos investigadores de la época, así como en años posteriores, propusieron nuevas versiones. Tal vez, la mejor de todas, es la que vemos en la reciente película de Tarantino. Hay una escena en la que Charles Manson, llega a Cielo Drive, preguntando por el productor musical, Terry Melcher, y se le informa que él y su esposa del momento Candice, ya no residen en la vivienda, lo cual desvanece el motivo más fuerte que se manejaba en la época de los asesinatos. Si Manson, tenía previo conocimiento que su objetivo no vivía en el lugar, para que ordenar los asesinatos, en lugar de apersonarse en la vivienda donde Melcher, residía. Este punto lo vuelve a reafirmar en la escena del vehículo de Tex, y las otras tres chicas, en casa de Rick Dalton, donde al contestar que fue lo que el había ordenado Manson, él responde que fuera a la casa DONDE VIVIÓ TERRY, y asesina a quienes ahí esten. Lo que nos informa una vez más que Charles Manson, sabía de ante mano que ahí ya no vivía el productor musical, y que la orden era privar de la vida a quienes fueran los que ahora vivieran en el lugar.
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seguro hubieran terminado en matrimonio. Es en Londres, donde Tate conoce al director Roman Polanski. Luego de un periodo de noviazgo, contraen nupcias, y finalmente la actriz se embaraza.
Lo que dicen los historiadores, es que el embarazo de la actriz, le cayó al director, como balde de agua fría, pues se dice que le sugirió a su esposa, se deshiciera del feto, lo cual fue rechazado por Sharon. Además, se dice que Polanski, también odiaba vivir en Estados Unidos, y por ello prefería trabajar en Europa. De hecho el día de los asesinatos se encontraba en el viejo continente buscando exteriores para su próximo trabajo.
La otra pista en la película, es que a raíz de lo que nos revela el personaje de Steve McQueen, es que había aun fuego en la relación de Tate con su amigo Sebring, y es lo que vemos en la escena del día de que ocurrieran los hechos trágicos. Ella se encontraba con Sebring, y según las declaraciones de la pandilla Manson, que estuvieran en el lugar, la pareja se encontraba en el dormitorio de Sharon Tate. En el film, ella viste provocativamente delante de su amigo, mientras los otros dos ocupantes de la vivienda, estaban en otra habitación leyendo y el otro, dormitando en el sofá.
Si desvelamos estos elementos, se va construyendo una tesis, que pudieron haber estado en la mente de los investigadores de la oficina del sheriff de Los Ángeles. ¿Quién se beneficiaría de la muerte de Sharon Tate? Solo alguien que recuperaría su libertad, y no tener que asumir la paternidad, al mismo tiempo que saldaría la relación extramatrimonial a voces, que estaría disgustando al señor Polanski.
El viaje a Europa, por parte del Director, sería una perfecta cuartada para no ser vinculado por los asesinatos. Un escritor y periodista, le envió una carta a Manson, en su celda poco antes de su fallecimiento, preguntando si él había sido contratado para cometer los asesinatos, y Manson, no respondió y luego falleció, llevándose el secreto a la tumba. Manson, vivía de ser un hablador, un manipulador y un vagabundo. Reclutaba a mujeres, en su mayoría muy jóvenes, a quienes convencía de que debían permanecer con él para encontrar el respeto y el amor que no tenían en sus hogares. Muchas de ellas se volvieron sus seguidoras y con quienes mantenía sexo, voluntaria o involuntariamente. Su anhelo siempre fue ser famoso y como no lo logro en el ámbito musical, se involucró en formar una "familia", lo cual, con el entorno de los año 60 fue un campo fructífero para cumplir, sin mucho costo, con sus deseos.
Se informa que tenía antecedentes de entrar y salir a prisión por crímenes menores.
Y que una vez, que ya tenía un grupo numeroso, utilizaba a sus jóvenes seguidoras para conseguir cosas y pagar a esos favores a través del sexo, como sucedió con el propietario del rancho Spahn, lo cual observamos en la película Erase una Vez en Hollywood. Con estos datos, muy posible es que Manson, junto con fichas del hampa en su organización como Tex Watson y Bobby Beausoleil, entre otros, se pusieran a la orden para quien les pagara por cometer asesinatos, otra forma para obtener ingresos y mantener a su "familia".
Dentro de este contexto, tenemos que en las fiestas organizadas por el director Roman Polanski, éste conociera a diversas personas ligadas a Manson y de ahí surgiera la idea de que un tercero lo contratara para resolver su problema doméstico, para no aparecer él como el autor intelectual.
El cuánto se pagó o los términos del contrato son detalles menores, que jamás se conocerá, solo interesa ligar a Manson, con la actriz, por la forma como los homicidas dispusieron de los cuerpos de la actriz y de su amigo, Jay Sebring. Según los forenses, ella recibió varias puñaladas, y con más saña en su vientre, a pesar que su homicida, Susan Atkins, confesó que su victima rogaba por la vida de su bebé.
Esa saña tenía un mensaje claro, acabar con la vida de la criatura y que no hubiera ni la más mínima duda que pudiera sobrevivir. La escena del crimen, mostraba a los dos "enamorados" amarrados con la misma cuerda, señal indubitable de que ellos debían irse juntos al más allá, como lo estuvieron en vida. Más parecía un homicidio por encargo, por fines pasionales, que por los motivos que le fueron lanzados al mundo.
La posterior muerte de la pareja LaBianca, más parecía una forma de lanzar una cortina de humo, del verdadero objetivo que era la muerte de la actriz Sharon Tate, y de su bebé nonato, incluso, una pésima escena fabricada con la sangre de la actriz pintando la palabra pig en una puerta, y pretendiendo culpar a las panteras negras, en un supuesto afán de debilitar la supremacía negra que vendría a conquistar el mundo, según las palabras de Manson, basadas en las letras de una canción de The Beatles. Se denota una misma forma de operar cuando los asesinos pretenden justificar sus acciones, como quienes asesinaron a JFK, a Luther King o a John Lennon. Un sin sentido, porque se dice que el asesino tiene la obligación de callar para no revelar a su contratista.
Justicia poética o no, años después, en 1977, un Roman Polanski, huye de la justicia norteamericana, al haber atacado sexualmente a una menor de edad. En el 2010 apareció otra denuncia sobre el mismo tema, así como en el 2017, de una mujer de nombre Robin M., quien afirma que fue abusada por el director en 1973, cuando tenía apenas 16 años de edad. Hoy permanece en el exilio ante el temor de ser extraditado por las causas pendientes, después de un intento desesperado por que sus abogados archivaran el caso.
Pero al final todo esto es solo una loca hipótesis, la misma ficción que se utilizó en la película, que jamás tuvo raíces para ser investigada por las autoridades, pero que se abre nuevamente, con la visionaria imagen que nos presenta el gran director Quentin Tarantino. Como dijo aquella famosa y celebre frase: Lo demás ya es pasado.
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